El día empezaba con el ortu solis (salida del sol) y terminaba con el occasu (puesta de sol). Se dividía en doce horas, la referencia de las cuales eran la hora sexta ( doce del mediodía) y la hora novena o nona ( las tres de la tarde). La noche se dividía en cuatro vigiliae (desde el ocaso hasta el alba).
La septimana (o hebdomas) constaba de siete días, cada uno de ellos dedicado a una divinidad: dies Lunae, dies Martis, dies Mercurii, dies lovis, dies Veneris, dies Saturni, dies Solis.
A partir del año 46 a.C, Julio César establecio un calendario ( denominado juliano en su honor), por el cual el año tenía 365 dias repartidos en doce meses: Martius, Aprilis, Maius, Lunius, Quintilis, Iulius( en honor a Julio César), Sextilis, Augustus( por el empereador Augusto), September, October November, December, Ianuarius, Februarius.
Cada cuatro años se añadía un día más a Februarius (serepetía un día que se denominaba bi sextus).
Todos los meses tenían unas fechas fijas a partir de las cuales se calculaban los días siguiendo las fases lunares:
- Las Kalendae (kal.): primer día del mes (luna nueva).
- Las Nonae (non.): quinto día del mes (cuarto creciente); pero en los meses de marzo, mayo, julio y octubre era el séptimo día.
- Los Idus (id.): el día decimotercero (luna llena); pero en los meses de marzo, mayo, julio y octubre, era el decimoquinto día.
Para expresar las fechas fijas se usaban estas palabras: pridie (antes de); postridie ( después de) o un ablativo (CCT).
Para el resto de fechas se utilizaba ante diem (a. d.) seguido de la cifra de días que faltaban hasta la fecha fija, incluyendo el día de las kalendae, los idus y las nonae.